jueves, 26 de diciembre de 2013

Si lo encontrás, mandalmelo envuelto para regalo

Cerrando un 2013 álgido y sorprendente, heme aquí con un aparente insomnio, muy propiocio para ésto de postear algo en el blog.

Hace días que tengo en la mente la vaga idea de postear algo, pero escapaba a mi imaginación la temática.

Y al fin, de la mano del "no me puedo dormir porque ni siquiera siento la necesidad de ir hasta la cama", vino la inspiración necesaria. Me preparo un mate, me saco las zapatillas y empiezo éste post.

El motivo de éste blog fue "dejar registro de los sucesos de mi corazón mientras me convierto en mamá", muy lejos de lograr dicho objetivo hasta el día de hoy, debo reconocer que al menos plantearlo me llevó a tomar conciencia de que mi corazón, la igual que el tuyo, tiene su propia inteligencia y que si le damos luz verde, él nos conduce a los más maravillosos caminos, unos que difícilmente podamos imaginar o planificar.

Hoy quiero abrirme y contarles un poco de lo que fue el fluir de mi corazón en éste último tiempo. Revelar, incluso, una decisión que tomé recientemente y que me está llevando a realidades álmicas a veces totalmente inexplicables, pero 100% disfrutables.

Soy mujer, estuve en pareja monógama los últimos 6 años, a principios de 2009 tuve una hija maravillosa cuya compañía me bendice a diario, siempre me consideré un ser de amor, aunque sólo en los últimos años pude manifestarme como tal, mi pasado y crianza, emocionalmente intensos y cargados, me habían vuelto una mujer en guerra consigo misma y con el mundo, en lo profundo había mucho amor, sin embargo en la superficie.... volcanes en ebullición permanente.

Estar en pareja con un hombre bueno me ayudó a amigarme con todos los fantasmas de relaciones anteriores, pudiendo sanar todos los desamores y engaños sufridos con anterioridad. Sin embargo, a mediados de éste año, éste buen hombre y yo, llegamos a la conclusión de que no éramos el uno para el otro y que nuestra relación de pareja no tenía razón de ser. Así fue como en el mes de Octubre nos separamos definitivamente, sin vistas de volver a intentarlo, muchos me alentaban diciéndome que "quizás más adelante vuelven", la realidad es que lo mejor que nos puede pasar a ambos es no volver juntos. Tuvimos la gracia de separarnos justo antes de empezar a lastimarnos, con lo cuál jamás perdimos el respeto por el otro, a Dios gracias jamás entablamos una lucha de egos o de despechos, se dio y se da todo en total armonía y unidad de criterios y acciones. Lo cual es tan saludable para nuestra pequeña hija y para nosotros. Vieran que al tener un hijo, entablas una relación para toda la vida con el otro progenitor, nosotros sabiendo ésto hemos decidido que nuestra vida de separados sea saludable, sin heridos. Continuamos sosteniendo las bases sobre las que construimos nuestra relación de pareja: amor y buena voluntad. El amor ya no es de amantes, simplemente es un amor en el que honramos al otro por los buenos momentos dados y en el que perdonamos y entendemos las "faltas" ocasionadas, no es culpa del otro, simplemente no está dentro de sus posibilidades ser diferente, la aceptación completa del otro ser es lo que nos da esta paz que conservamos aún hoy.

¿Cómo llegué a encontrar un hombre con el cuál formar una relación así? Simple, siempre me esforcé por tener mi balance al día a la hora de entablar un nuevo compromiso de pareja. Ésto quiere decir, que siempre que empecé una nueva relación intenté haber dejado completamente atrás a la anterior, sin llevarme nada negativo de lo anterior para que mi nueva pareja "pague los platos que el anterior rompió", así fui creciendo en el amor de pareja, siempre buscando mejorar la puntería en cuanto a ser conciente de que el otro esté en el mismo peldaño evolutivo que yo y que sostiene una escala de valores similar o igual a la mía. Lo que jamás busqué es que tuviésemos intereses en común, solía pensar que la diferencia añade diversidad y riqueza a la relación. Sin embargo, hoy me doy cuenta que hay que tener bastantes cosas en común para poder compartir actividades y tiempo juntos. En mi última relación de pareja no teníamos mucho en común y eso a largo plazo fue lo que nos dejó al borde de un abismo que fuimos incapaces de sortear, la distancia era suficientemente larga como para imposibilitar el trazado de algún tipo de puente. Sólo nos quedó nuestra hija como inmenso lazo de unión, pero no es suficiente para querer pasarte el resto de la vida despertándote al lado de alguien...

La separación sacó de raíz una cantidad enorme de creencias e ilusiones que yo sostenía en mi cabeza y eso ha sido un gran golpe a mi ego, puesto que fui tan falible e imperfecta que creí posible una relación a larguísimo plazo con un ser con quien sólo compartimos algunos pequeños aspectos de nuestras esencias. Ésta realidad me llevó a querer conocerme aún más, dado que me enfrentó a mi desconocimiento de mí misma. De ahí que la búsqueda, que empezó mucho antes de Octubre, se basó en una exploración de mi corazón y mi alma. ¿Quién soy? ¿Para qué estoy aquí? ¿Cuál es mi servicio de amor a la humanidad (o a mi entorno más cercano por lo menos)? ¿Para qué soy buena y qué aspectos y acciones mías otorgan algo de valor a quienes me rodean? 
Así empezó el gigantesco cuestionario con el que empecé a interrogar a mi ser más privado e interno, primero mi mente respondía, luego apareció, tímida, aunque siempre correcta, la voz de mi corazón.

Siguiéndola he ahondado en varios planteos como: ¿Para qué formar una familia? ¿Qué necesidad tengo de estar en pareja? Etc, etc, etc. Llegué a muchas conclusiones, pero la más compartible, la más rica y valiosa que quiero mostrar hoy es la siguiente:


  •  Seguramente, antes de nacer, me propuse amar y ser amada, como una necesidad del alma de expresar constantemente su verdad, siento en mi corazón la necesidad de experimentar en todos los ámbitos posibles su capacidad de amar y crecer en ella día a día.
  • Claramente, la pareja, es un ámbito que el corazón no puede desconocer. Llegué a la conclusión de que sólo en una relación de pareja con algún grado de compromiso es posible el crecimiento y el aprendizaje. Con una pareja de una noche no se aprende nada, sólo se siente adrenalina y un poco de pasión con lujuria, pero el sentimiento verdadero, el amor real, sólo aparece con el tiempo, cuando todo lo superficial desaparece, cuando caen los velos del encantamiento inicial y comenzamos a ver al otro tal cuál es y también cuando nos atrevemos a mostrarnos tal cual somos.
  • Hoy siento que si llego a querer compartir mi cotidianeidad, mi día a día con alguien más, esa persona ha de ser alguien excepcionalmente especial para mí. Alguien capaz de hablar mi mismo idioma y de disfrutarme en toda mi intensidad y locura. Un hombre capaz de conmoverse con mi sensibilidad en lugar de molestarse por una aprente hipersensibilidad. Un hombre tierno, romántico, indudablemente libre, capaz de ver el mundo con los ojos del corazón y que sea capaz de mostrarme las realidades que yo no puedo ver. Alguien que pueda sorprenderse con lo que yo tengo para mostrarle y hacerle vivir. Un aventurero que no tema al mañana, sino que trabaje su hoy para un mejor mañana. Alguien sensible y ocupado en su trabajo personal, alguien con el suficiente carácter para callarme y con la valentía para tomar las riendas de su propia vida sin atarse a la mía. Alguien que entienda y viva la pareja como una elección consciente de placer y amor, sin juicios o miedos a quedar preso de una mujer o una relación. Alguien sensato, que disfrute posar los pies en la Tierra descalzo y que sepa tomar envión para volar alto, muy alto. Un ser con grandes expectativas sobre sí mismo y la humildad para proponerse lograrlas con el sudor de su frente. Alguien que pueda valorar y aliementarse de mi belleza, sobre todo de la interna, pero que pueda disfrutar los placeres de piel y las caderas. Un ser mágico, como yo, con una naturaleza enigmática y que jamás le importe el qué dirán, alguien que disfrute su locura de manera que pueda vivirla tan intensamente. Un hombre capaz de ver una Mujer como yo y atreverse a reclamarla para sí, sin temer al rechazo, con la seguridad de que si tiene que ser, pasaremos hermosos momentos juntos. Alguien que tenga la seguridad de que las cosas suceden por el tiempo que tienen que suceder y que hoy no importa si vamos a estar juntos 6 meses o para toda la eternidad, porque lo importante es qué tan bien la estamos pasando mientras estamos. Alguien con un corazón alado que eleve al mío por alturas a las que jamás soñé llegar, que tiernamente y sin vértigo me lleve a conocer el mundo del amor por completo, sin restricciones. Alguien que ame por el simple placer de amar. Alguien que quiera relacionarse sexualmente por sentir y fluir en esa unión fabulosa que se da entre dos que se aman y no para descargar una tensión musucular de su pene. Alguien que sea capaz de llevarme a su lado, contento de saberse en la mejor compañía posible y no como un adorno o trofeo. Alguien que pueda comprender que no soy su posesión sino que es mi elección pertenercerle desde el corazón. Alguien capaz de tener esa misma entrega para conmigo, que elija amarme porque es lo más natural que le sucede al estar cerca. Un bailarín de la vida, que se atreva a sortear los distintos ritmos a los que a veces el multiverso nos hace bailar y sobre todo, que lo disfrute. Alguien que honre y bendiga la Pachamama, que sea capaz de sentirse abundante por el sólo hecho de poder respirar. Alguien que se interese por los conocimientos ocultistas y las prácticas mágicas, que se pregunte cosas que yo no me he preguntado. Alguien que pueda existir con una plegaria constante en su corazón y que haga de esa plegaria el motor de su vida. Alguien que pueda experimentar lo sagrado de estar vivo y se atreva a compartirlo.
 ¡Qué intenso todo lo que se soltó arriba! Sólo iba a compartir la primera parte pero parece que en mi alma había más para expresar, bien llámenme soñadora, pero siento que ese ser existe y que se nos dará la oportunidad de cruzarnos en algún momento... dependerá de nosotros, de tener el corazón abierto para que algo más pueda surgir a partir de allí y de darle la forma que se nos de la gana ¿Quién dijo que para amarse hay que formar una pareja, casarse y tener hijitos? Doy fe que está bueno, pero también que no es la única manera de amar y ser amado que existe. Confío en que la creatividad no tiene límites y que podemos crear nuevas maneras de estar mucho más felices que la monogamia y la pareja estática destinada a criar perros e hijos. Desde mi experiencia, afirmo que la llegada de un hijo es una bendición que se da cuando la pareja llega al tope de su amor y da el salto cuántico para llevarlo a una experiencia aún mayor de amor y alegría. Pero así como existe esto, siento que hay más un pasito más allá del horizonte conocido... 

Iba a compartir unas cuantas cosas más que aprendí éste año conversando con mi corazoncito, sin embargo, debo reconocer que los últimos 6 meses de éste 2013 han tenido que ver con aprendizajes que me prepararon para conocer a éste muchacho. Hace poco caí en la cuenta que yo lo llamé a mi vida, en forma consciente hace mucho tiempo y mis guías me han estado marcando el camino, cual búsqueda del tesoro, mostrándome los siguientes pasos a dar en cada tramo. Siento que se viene un tiempo de mucho amor para la humanidad y que por eso es necesario que empecemos a formar parejas de amor puro y verdadero, incondicional e ilimitado. Desde pequeña que se que eso es una parte importante de lo que vine a hacer a la Tierra, encontrar esa persona y vivir eso. No soy la única, hay muchísimas personas destinadas a lo mismo, entre tantas otras cosas que vinimos a hacer.

En mi camino hacia el amor verdadero, me he encontrado con tantos miedos y limitaciones, me di cuenta hasta que punto tenemos un condicionamiento mental que nos lleva a repetir patrones de conducta que no reflejan el verdadero amor ni la verdadera entrega, pero con esfuerzo y perseverancia, todo se logra.

El camino recorrido hasta acá es muy hermoso, tuve que aprender a amarme y enamorarme de mí en éste último tiempo. Ignoro los detalles de lo que depara mi destino, gracias a Dios el misterio de cómo, cuándo, dónde y con qué pretexto la vida nos reunirá sigue siendo una sorpresa grata con la que me toparé algún día. Por lo pronto me concentro en mi misión del alma, trabajando intensamente en modificarme para que la realidad de éste planeta se modifique hacia algo aún mejor.

Así que aventurero del alma, acá estoy con mi corazón abierto, dispuesta a amarte y a crecer en el amor.


Gracias por leer y comentar.

¡Que la luz de Dios ilumine tu camino, caminante estelar!