jueves, 8 de agosto de 2013

Auto-golpe


Hoy fuí autoflagelada. Sí, inconscientemente me dí una golpiza emocional tremenda, que me dejó llorando y escribiendo éste post para hacer catarsis. Sepan que están leyendo mi blogterapia.



Resulta que con Diego, mi amor, estamos viviendo un proceso de separación en nuestra pareja, como le expliqué a Marina: ya no somos más novios. Es uno de los procesos más difíciles, pero conscientes que vivo.
Les voy a contar, queridos lectores, cómo viene ésto en donde: nos separamos mientras todavía nos amamos, elegimos ya no continuar con nuestra relación de amantes, aunque sí nuestro profundo amor mutuo, encontramos el momento exacto en el que estábamos a punto de comenzar a lastimarnos y al ser ambos conscientes de eso, en forma automática bifurcamos caminos, poquitísimo tiempo después, nos lo comunicamos el uno al otro... y así comenzamos a vivir ésta separación inusual, que ya una psícóloga con 27 años de experiencia ejerciendo nos ha dicho: es la primera vez en mi profesión en la que una separación+divorcio ambos se cuidan y se quieren en lugar de declararse una guerra. Y sí, licenciada, somos gente de paz y amor ¿vio? No es algo común, no somos comunes, siempre nos lo dijimos y ese fue un motivo por el cuál nuestra pareja ha disfuncionado convenientemente para Diego y para mí hasta hace poquito.

En fin, para no estirarla inútilmente paso a contar el flagelo de mi día de hoy. Resulta que a Marina le cuesta mucho despertarse algunas mañanas (¿a quién no le cuesta a veces?). Hoy fue una de esas algunas. Mi última estrategia(1)para que se levante es ponerle canciones de ritmo bien intenso, con mensajes positivos y que a ella le gustan. Y le doy con ganas al volúmen en función de las señales de vida que reporte mi cria, la relación volúmen<->señal de vida es directamente proporcional. O sea cuanto más responde, más gas le doy al equipo de música. Fue increíble el efecto positivo que ésto ha generado en nuestras mañanas y en nuestros días en general. 
Cuestión que hoy necesité de 3 temas a un volúmen considerable y luego del tercero comenzamos a negociar, literlmente, puesto que mi hija tomó la iniciativa diciéndome:
- Hagamos un trato, vos preparás la lunchera, me bañás y después voy al jardín de Mariana, porque es mi favorita.- El jardín de Mariana implica que en lugar de entrar en la mañana entra al mediodía luego del almuerzo. Se saltea el jardín de Cinchu, lo que según la norma del colegio implica que come en casa.
A lo que respondí:
- Eso NO es una posibilidad, porque si te baño tardamos tanto que ya no llegamos al horario del jardín de Cinchu y que ya no tiene sentido preparar la lunchera. Afortunadamente, hoy es uno de esos días donde no tengo ninguna obligación que me impida que te quedes en casa hasta el horario del jardín de Mariana. Así que te propongo que hagamos así: no preparamos la lunchera, te baño, te quedás en casa, pero sólo te permito ver 2 programas de TV, que van a ser los Rescue Bots y Los piratas coloridos y tenés que ordenar tu cuarto durante la mañana.

Fue muy gracioso su gesto al inspirar, torcer la boquita, correrse unos pelos de la cara y luego de expirar decirme:
- Bueno está bien - y largándose a "lloriconear" (2) agrega - Pero no quiero ordenar yo soooolaaaa, no seee ordenar soolaaaa.
A lo cual corto y consiso le digo:- Si me querés pedir ayuda, mejor que no lloriconees. Puedo ayudarte a ordenar, sólo diciéndote dónde poner cada cosa, pero vas a ser vos quien guarde cada cosa en su lugar. ¿Ok?
La respuesta afirmativa no tardó en llegar. Sin embargo, me dí cuenta que no podíamos prepararle un baño a la pequeña sin consultarle al padre si el prefería ducharse antes o después de ella. Se lo plantié a Marina, le consulté a su padre quien me dijo que el elegía el primer turno para utilizar la bañadera. Entonces volví a encarar a mi pequeña negociadora diciéndole: - Bueno hija, te tocó el segundo turno en la bañadera porque papá se va a duchar antes así que te propongo envolverte en una manta, llevarte hasta su lado para que le des un beso y abrazo de buenos días  y lo despiertes para que se vaya a bañar. ¿Te gusta?
- Síiiiiii. - Fue su respuesta sentándose en la cama y agitando los bracitos en señal de alegría.

Así procedí a envolverla y levantar los casi 20 kgs de humanidad que porta mi "chiquita", cuando estaba cruzando el umbral de su dormitorio, recordé patente la primer noche de vida de mi hija... Y ¡La pucha! que ese recuerdo me removió todo el mundo interno. Les aclaro que como estoy en un proceso muy fuerte de transición, los recuerdos afloran y las emociones brotan de mis ojos en forma de lágrimas en forma muy habitual, sobre todo si se juntan con mi luna, como es el caso de hoy. Y como comparto tantísimas cosas con mi hija, le ofrecí contarle una anécdota de el día de su nacimiento relacionada a estar a upita y toda envuelta.

Hoy no les voy a contar a ustedes dicha historia, porque ya lloré suficiente y tengo que conservar mis agüitas ya que ando con goteras intermitentes. Sólo compartirles que luego de contarle la anécdota a Marina, nos abrazamos los tres, en familia... y yo empecé a moquear, escondiéndome en el cuello de Diego, para que Marina no lo note y me vine a escribir.
Porque cuando los caminos de una pareja se bifurcan, alguno o ambos miembros deben hacer un duelo o varios duelos. Yo vengo procesando el duelo de los momentos cursis familiares que vivimos los tres desde el día felíz del nacimiento de Maru. Y aquí paso a compartirles el origen de MOMENTO CURSI según el departamento de publicidad de Coca  Cola company, porque si me siguen leyendo me van a leer muchos momentos cursis que vivo constantemente.



Voy a extrañar tanto vivir mañanas como las de hoy en las que él y yo le contamos a ella una experiencia en común, llena de tanto amor y tanta alegría. Porque Dios existe y es bueno, él nos regala oportunidades y al aprovecharlas nos volvemos dichosos. Diego y yo tenemos la dicha (Def:  Felicidad, satisfacción) de formar una familia hecha de 100% amor puro.
¿Cómo no voy a estar en duelo si le sola bifurcación de rumbos con Diego presupone un riesgo a dejar de vivir esta clase de momentos cursis cotidianos?
Con la conciencia de la existencia y bondad de Dios, también se que si nos toca "renunciar" a éstos momentos es porque se nos han preparado momentos aún mejores de los que podíamos vivir. 

La vida está en Beta permanente, sabelo.




La foto luego del momento cursi del día



Nota (1): Estimado lector, por favor no asocie estrategia a su definición relacionada a la milicia, puesto que como ya he dicho, somos gente de paz y amor, no nos involucramos con la guerra ni en su más elevada expresión, que sería el Arte de la Guerra (dicho sea de paso, le recomiendo leerse " El Arte de la Guerra" de Sun Tzu. Prefiero que me interprete la palabra Estrategia, según la siguiente definición: Técnica y conjunto de actividades destinadas a conseguir un objetivo. Aclarado eso, continuemos.

Nota (2): Lloriconear: Dícese de la acción que durante la niñez se utiliza y lamentable y patéticamente, algunas personas la siguen utilizando a pesar de ser adultos, en la que el individuo lloricón comienza un lamento, totalmente fingido y muchas veces muy bien actuado, de modo tal que quien lo escucha, es chantajeado por dicho el sujeto lloriconeante. El lloriconeo existe sólo para chantajear. Los niños nacen con una tendencia al dicho chantaje y está en la pericia de los padres destearrar el chantaje emocional de buenas a primeras y sin piedad. El adulto progenitor que no lo haga con sus propios hijos que no venga después a cansar la oreja con su queja respecto al tal o cual político corrupto. ¿y por casa, cómo andamos? Si vos transas emocionalmente con tu hijo, gil! te diría algún personaje Capusottesco (googleá Diego Capusotto o poné Violencia Rivas en You Tube si no estás familiarizado con éste término).