Semana 23 (y resúmen de las anteriores)

Las últimas semanas han pasado tan rápido que se me hizo imposible sentarme a escribir, sin embargo tomé nota de todo y obviamente los recuerdos de los sentimientos no se borran.

¿Que será? Nos enteramos del sexo

Les cuento que el viernes 17 de Octubre de 2008 hicimos una ecografía.... la tan esperada para saber si sería una nena o un nene... Diego fue desde el trabajo y nos encontramos en la esquina del lugar, estábamos súper emocionados y contentos, yo tan nerviosa que estaba me olvidé el vhs para grabar la ecografía. Entramos, nos sentamos a esperar y en un ratito nos hicieron pasar. El "señor" ecógrafo, era tan animado como una ameba y nos hizo esperar un montón para explicarnos qué era aquéllo que se veía en la pantalla (repito, sólo se ven manchas que una cree que son un bebé). Finalmente y con cara de pocos amigos nos mostró la cabezota (oh my God, y yo que quiero un parto natural en lugar de la cesárea) del bebé, luego nos mostró una manchas que se correspondían con los órganos del aparato digestivo del bebé en formación, luego pasó a mostrarnos los fémures (ya miden 55 mm cada uno) y finalmente los pies. Claro que todo ésto no satisfizo nuestras ansias de primerizos, le pedimos que nos haga escuchar el corazocito de nuestro retoño y a regañadientes nos conformó con medio milisegundo de ese glorioso sonido... taca taca taca taca... es conmovedor saber que llevás una vida producto del amor adentro, pero que te hagan escuchar el sonido de ese corazón que late al unísono con el tuyo... no tengo palabras para hacer una descripción. Luego, viendo que "el señor ecógrafo Mr. simpatía" se disponía a dar por finalizada la ecografía, le pedía que nos diga si se veía el sexo de nuestro bebé. Dijo no haberlo visto, pero que se fijaría si estaba visible. La afirmación no tardó en llegar y fue indudable lo que dijo, ya que en la pantalla nuevamente vimos manchas... Al grito de: "-Sexo femenino"- venimos a enterarnos que en mi vientre se encuentra la nenita de papá y mamá que soñamos.

La primera abchagui

En otro orden de cosas la semana del 27 de Octubre, estuve molesta y complicada por mi higado que decidió reventarse ante la ingesta de un huimilde filete de merluza. El tema es que me salieron manchitas color púrpura en todo el rostro y el doctor me dio dieta cómo solución al problema.
Para cuando llegó la noche del 31 de Octubre, yo me quedé dormida sin cenar, realmente me venció el cansancio... A eso de las 3 ó 4 de la madrugada me desperté un poco, pero como ya venía pasando noches interrumpidas por las excursiones al pipi room, tampoco me hice mucho drama, la sorpresa vino cuando comencé a sentir algo extraño en el vientre... No estuve segura de qué pasaba hasta que no me quedaron dudas que mi nena: ¡¡¡me estaba cagando a patadas!!!
Sí, Marina ya tiene carácter y no teme utilizarlo, se ve que, como me fui a dormir sin comer y como venía haciendo dieta, la niña tenía hambre y no encontró mejor manera de hacérmelo saber que pateando hasta que me levanté y vacié (literalmente) la heladera de todos los nutrientes que encontré.
Me puso muy feliz sentir sus pataditas, a pesar que era la mitad de la noche, a pesar que tuve que levantarme de la cama en medio de la noche y a pesar de que no estuvo bueno que me tenga que reclamar alimento a las patadas por mi "negligente" conducta de freirme sin cenar. Desde ese día no ha pateado demasiado y se nota que lo hace a conciencia y selectivemente. Es decir, cuando se le da la gana y nunca cuando a mí me gustaría, pero está bien, a los hijos hay que dejarlos que sean como son, let them be.

Después de semejante reflexión, me despido hasta la próxima.

PS: Gracias Chez por tu apoyo, me da ganas de continuar expresando el amor que una hija me trae día a día.